El género en el Nivel Inicial
Los roles de género son expectativas
creadas sobre el comportamiento masculino y femenino que van a configurar a lo
largo del desarrollo lo que socialmente se considera como deseable para una
mujer y para un hombre. Estos rasgos distintos se suponen que van a emanar de
manera natural y espontánea del sexo biológico y se van a ir interiorizando
poco a poco hasta definir la personalidad adulta.
Los niños/as al principio, no distinguen
entre los elementos que determinan la identidad sexual y los que determinan la
identidad de género, pero poco a poco los estereotipos de género se irán
instalando, fruto de la educación que recibe.
Los niños observan desde muy pequeños
que la mujer se dedica más al ámbito doméstico y familiar, mientras que el
hombre es la figura con mayor poder y autoridad. Y hacia los cuatro o cinco
años las marcas de género se manifiestan en la elección de juegos y juguetes,
ropas, cuentos, etc., y en el rechazo de aquellas actividades y objetos que
socialmente se consideran del sexo contrario.
La formación de la identidad masculina
y/o femenina se va elaborando muchas veces con el rechazo y desprecio de todo
aquello que se considere del sexo opuesto.
Es importante destacar que esta noción
de género incluye prácticas y experiencias de todo orden que comprometen a los
individuos a lo largo de sus vidas y que, no sólo remiten a su intelecto sino
también a su sentimiento.
En el jardín se aprende a desempeñar
roles y a expresar comportamientos apropiados a cada sexo y se transmiten los
estereotipos sexuales presentes en nuestra cultura. Ejemplo de ello es la
forma de agruparse, de jugar, de distribuir y utilizar los espacios y los
tiempos, de establecer las costumbres, de desempeñar papeles, de vivir los
conflictos. Todo esto está marcado por el género.
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